Rusia perdió este mes tres satélites del sistema de navegación GLONASS a causa de varios errores cometidos por la empresa aeroespacial RKK Energia, declaró hoy Guennadi Raikunov, director general del Instituto Central de Ingeniería Mecánica y jefe de una comisión que investiga el caso.
"RKK Energia se equivocó en los cálculos preliminares relacionados con la carga del combustible en el bloque impulsor DM-3”, afirmó Raikunov. Ese error de fórmula, según él, provocó que los técnicos de la base espacial de Baikonur metieran en el equipo demasiada cantidad de oxígeno líquido, componente que se usa como oxidante en el combustible. “El excedente fue de 1-1,5 toneladas”, precisó.
El exceso de peso impidió al cohete Protón-M elevar a la órbita los satélites que cayeron en el Pacífico, a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Honolulu, poco después del lanzamiento.
Esos tres aparatos debían completar la formación de la red global rusa de 24 satélites de navegación GLONASS, similar al GPS estadounidense. El sistema, operativo desde 1993, ayuda a determinar el posicionamiento y la velocidad de desplazamiento de los medios de transporte marítimo, aéreo o terrestre, así como de las personas, con una precisión de hasta un metro.
Raikunov constató que los mecanismos de control existentes en RKK Energia “fallaron y no detectaron el error”, a lo cual se sumó la falta de pruebas terrestres en Baikonur que también habrían contribuido a descubrirlo, si no se hubieran compaginado con las pruebas de vuelo, “de forma totalmente incorrecta”.
Recordó que la comisión no tiene reclamaciones con respecto al propulsor Proton-M y que el próximo lanzamiento de ese cohete podría efectuarse en la fecha prevista, el 20 de diciembre.
