Casi la mitad de los habitantes (47%) de Cheliábinsk vieron el meteorito que cayó sobre su ciudad, y la mayoría de ellos (53%) no lamentan que este suceso tan singular, aunque de consecuencias bastante destructivas, ocurriera en su región.
Así se desprende de una encuesta realizada por el Fondo de Opinión Pública dos semanas después de que un meteorito impactara sobre la capital y otras localidades de la provincia rusa de Cheliábinsk (Urales), causando más de 1.600 heridos y haciendo saltar los cristales en 7.000 edificios.
“Fueron muy pocos los que comprendieron en seguida que se trataba de un meteorito, mientras que la mayoría tenía otras hipótesis de lo más variopintas. La más popular era la explosión de un avión. Pero también las había más estrafalarias, como la llegada de extraterrestres, un ataque nuclear, el fin del mundo, maniobras militares o incluso fenómenos paranormales”, señaló el centro sociológico.
El estudio reveló que más de la mitad (57%) de los vecinos de Cheliábinsk se encontraban en casa en el momento del suceso. El 54% de los encuestados afirmó que no hubo pánico tras el impacto, aunque un 35% discrepó de esta opinión.
A la hora de valorar los daños económicos ocasionados por la caída del meteorito, la gran mayoría (80%) aseguró que en su caso no hubo daño alguno y un 16% dijo que los daños fueron mínimos. Solo uno de cada cien participantes del sondeo afirmó haber sufrido importante daño económico.
Según la encuesta, el 56% de los habitantes de la ciudad rusa no sienten el temor de que el suceso pueda volver a ocurrir. Un porcentaje similar opina que para protegerse ante la caída de cuerpos celestes Rusia debe cooperar con otras potencias espaciales.
