Unos 36.000 atletas participarán este lunes en el maratón de Boston con medidas de seguridad sin precedentes después del atentado que el 15 de abril del año pasado se cobró tres vidas humanas.
La policía aseguró que hace todo lo posible para evitar cualquier incidente durante la 118ª edición de la competición. Muchos atletas regresan a Boston para participar en la carrera y así rendir homenaje a las víctimas del ataque terrorista, el mayor en EEUU después del 11-S.
“Cada evento celebrado aquí se prepara hasta el más mínimo detalle. (…) De momento, no hay ninguna amenaza concreta para el maratón”, declaró a Nóvosti el portavoz de la policía local, Michael McCarthy.
Según el oficial, el plan de seguridad de la carrera se venía elaborando desde hace siete meses en colaboración con diversas agencias de seguridad, incluida la de Emergencias de Massachusetts.
Tradicionalmente, asisten al maratón un medio millón de espectadores distribuidos a lo largo de todo el recorrido. Hasta 50 puestos de control se instalarán solo en la calle Boylston, la recta final de la carrera.
La policía informó además que aumentará sustancialmente el número de agentes uniformados y de civil que velarán por la seguridad del evento. Se reforzará también la videovigilancia.
El atentado de Boston del 15 de abril de 2013 causó, además de tres víctimas mortales, unos 250 heridos. Uno de los sospechosos, Tamerlán Tsarnaev, de origen ruso, falleció pocos días después en un tiroteo con la policía.
Su hermano menor, también sospechoso, Dzhokhar, quedó detenido. Ahora la Fiscalía exige para él la pena de muerte.
