Cerca de 26.000 agentes garantizarán la seguridad en Río de Janeiro el próximo domingo día 13 en el que la ciudad brasileña albergará la final del Mundial en la que se enfrentarán Alemania y Argentina, según confirmó hoy el secretario de seguridad del estado, Jose Mariano Beltrame.
El número ya fue adelantado en la noche de ayer por el ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, que se reunió con las autoridades competentes de los diferentes órdenes administrativos.
Cardozo dijo que el esquema de seguridad es "lo que había sido planeado para la final" dentro de un plan detallado de seguridad que ofrece "mucha tranquilidad" porque a su juicio mantendrá el "patrón de excelencia" que ha tenido Brasil desde el inicio del Mundial.
Asimismo, destacó que no se trata de un refuerzo del contingente previsto, ya que el número de agentes estaba "dentro del plan inicial", aunque se había comprometido con la FIFA a una última reunión de seguridad un día después de conocer los equipos que tomarán parte en la final.
En su opinión, este número de personas responsables por la seguridad es suficiente para mantener los estándares requeridos.
Los datos específicos no fueron difundidos en su totalidad, pero sí aseguraron que al menos 10.000 agentes de la Policía Militarizada tomarán parte del dispositivo que tendrá un foco especial en los alrededores del estadio del Maracaná y otro en la playa de Copacabana, donde la FIFA instaló el Fan Fest, un espacio de reunión para los aficionados.
En el interior del estadio, 1.500 agentes de seguridad privada serán los encargados de evitar problemas y enfrentamientos entre aficiones.
Sin un número aún definido, la secretaria de turismo de Río de Janeiro espera que se desplacen hasta la ciudad brasileña unos 70.000 aficionados argentinos, muchos de ellos sin entrada.
Esta llegada de hinchas del país vecino ha incrementado la preocupación debido a la rivalidad entre brasileños y argentinos que ya generó algunas situaciones de tensión en partidos precedentes que derivaron en pequeños enfrentamientos.
Otra de las preocupaciones será la presencia de presidentes y jefes de estado, entre los que están confirmados la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y la canciller alemana, Angela Merkel.
La presidenta argentina Cristina Fernández descartó su presencia debido a una infección en la garganta.
