Organizadores de Río 2016 dicen que las instalaciones olímpicas no serán elefantes blancos

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El presidente de la Empresa Olímpica Municipal, Joaquim Monteiro, aseguró que las instalaciones deportivas que se construirán en Río de Janeiro para albergar los Juegos Olímpicos de 2016 no se convertirán en "elefantes blancos".

El presidente de la Empresa Olímpica Municipal, Joaquim Monteiro, aseguró que las instalaciones deportivas que se construirán en Río de Janeiro para albergar los Juegos Olímpicos de 2016 no se convertirán en "elefantes blancos".

Monteiro se expresó así en un encuentro mundial de periodistas celebrado ayer en Río de Janeiro y convocado en el marco de los diferentes eventos desarrollados para conmemorar el inicio de la marcha atrás de dos años hasta el inicio de los Juegos Olímpicos.

El directivo añadió que los organizadores están "usando el máximo número posible de estructuras temporales para no tener coste de manutención" tras el fin de los Juegos Olímpicos de 2016.

Asimismo, explicó que la elaboración de los proyectos de construcción de los recintos olímpicos tuvo en consideración dos aspectos, un menor gasto de recursos públicos y la definición del tamaño de los equipamientos deportivos para los Juegos Olímpicos.

Por ello, los organizadores han optado por instalaciones temporales que tras los Juegos Olímpicos tendrán otras aplicaciones o en los que se instalarán asientos adicionales para adaptarse a las necesidad del evento en 2016 y posteriormente serán retiradas.

De este modo, deportes que no tienen una gran afición en Brasil podrán contar con un recinto, si bien el graderío se adaptará a la era posterior a los Juegos y de este modo el gasto de mantenimiento será menor.

"Todas las estructuras son bien simples. Son Juegos Olímpicos para la realidad brasileña, por tanto no tendrán instalaciones que puedan ser consideradas como elefantes blancos", concluyó.

Durante el Mundial organizado por Brasil entre junio y julio de este año, muchas voces críticas reclamaron por la construcción de grandes estadios con un elevado coste que no tendrán uso posterior al torneo al estar ubicados en ciudades sin equipos profesionales o sin una afición numerosa, por lo que también fueron considerados "elefantes blancos".

Ahora, los organizadores de Río 2016 quieren huir de ese estigma heredado del anterior evento deportivo organizado por Brasil.

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