El club de fútbol Sheffield United ha provocado una fuerte polémica en Reino Unido con su decisión de consentir el retorno a las sesiones de entrenamiento de un jugador que estuvo en prisión por violar a una mujer.
Ched Evans acaba de salir de prisión tras cumplir la mitad de una sentencia de cinco años en prisión por violar a una joven de 19 años. El jugador siempre ha negado el delito e insiste en que fue un acto sexual consentido.
Evans era la estrella del Sheffield United al tiempo de su detención y su contrato con el club inglés expiró mientras cumplía condena en la cárcel.
Su regreso al equipo, aunque limitado de momento a entrenamientos, ha enfurecido a miembros del club, a políticos y un sector del público británico.
El diputado laborista del distrito, Paul Blomfield, ha remitido este miércoles una carta abierta a los directivos del Sheffield United urgiendo una vuelta atrás en la readmisión de Evans.
"La forma en que el club está gestionando esta cuestión está arrastrando nuestro nombre por el barro y dividiendo a los hinchas", escribe el parlamentario que controla cien acciones del Sheffield United, según declara en su web.
Blomfield señala que el jugador "no ha dado ningún paso hacia la rehabilitación" y "ha trivializado el crimen describiéndolo como 'un acto de infidelidad'".
El diputado advierte en su escrito que "aceptarle en estas circunstancias emite un preocupante mensaje a los jóvenes y las víctimas de violencia sexual sobre nuestra perspectiva de la violación".
La primera fase en el posible retorno de Evans al fútbol inglés ha causado dimisiones entre el personal femenino del Sheffield United.
La patrona del club y presentadora de televisión, Charlie Webster, ha justificado su renuncia en la firme convicción de que "un violador convicto" no debe tener acceso a una posición que con frecuencia sirve de modelo a los menores.
El sindicato de jugadores, la Asociación de Futbolistas Profesionales, recuerda que Evans ha cumplido su castigo penal y "tiene derecho a continuar con su vida y regresar a la comunidad".
El Sheffield United aún no ha desvelado si la participación en los entrenamientos es el primer paso a la readmisión completa de su ex jugador.
Más de 157.000 personas han firmado una petición en contra del fichaje del polémico futbolista de 25 años de edad.
