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La muerte de un sacerdote crítico con la jerarquía eclesiástica preocupa a la sociedad rusa/Los rusos quieren mano dura con los inmigrantes/Rusia quiere garantizar la privacidad de los datos personales

Moskovski komsomolets, Komsomolskaya pravda, Novie izvestia, Kommersant

La muerte de un sacerdote crítico con la jerarquía eclesiástica preocupa a la sociedad rusa

El asesinato del sacerdote ortodoxo Pável Adelgueim, muy crítico con la jerarquía eclesiástica, resulta sospechoso para algunos representantes del clero ruso, escriben en su edición de hoy los periódicos Moskovski komsomolets, Komsomolskaya pravda, Novie izvestia y Kommersant.

Pável Adelgueim, de 75 años, fue asesinado a cuchilladas el pasado lunes 5 de agosto en la ciudad de Pskov, al norte de Rusia, por un joven con problemas psiquiátricos al que había alojado en su casa durante tres días. El hombre, nacido en 1986, fue hospitalizado después de haberse autolesionado con el mismo cuchillo.

La muerte de Pavel Adelgueim -un disidente nacido en 1938, quien pasó varios años en campos de trabajos forzados a principios de los setenta en la época soviética y era conocido por sus críticas a los líderes de la iglesia ortodoxa- ha causado gran conmoción en todo el país.

"El último sacerdote libre del Patriarcado de Moscú ha sido asesinado", escribió el archidiácono Andrei Kuraiev, uno de los blogueros ortodoxos más conocidos.

Adelgueim mantuvo durante mucho tiempo un conflicto con el metropolitano de Pskov y Velikie Luki, Evsevi, y había criticado en muchas ocasiones las relaciones entre la Iglesia ortodoxa y el Estado ruso.

También fue uno de los firmantes de una carta en la que varias  personalidades del país pedían al Patriarca de Rusia que defendiera a las jóvenes del grupo Pussy Riot, condenadas por cantar una 'oración punk' en la Catedral de Cristo El Salvador de Moscú, pidiendo a la Virgen que expulsara a Putin del poder.

“Esas mujeres desenmascararon la mentira de la Iglesia ortodoxa rusa y su relación antinatural con la Federación Rusa”, escribió recientemente Adelgueim en su blog. El sacerdote también criticó duramente la recién aprobada ley que castiga con hasta tres años de cárcel las ofensas a los sentimientos religiosos.

La Policía no vincula la muerte del cura con su conocida postura crítica respecto a la línea oficial de la Iglesia pero los sacerdotes opositores dudan de que el asesinato del religioso sea casual y se haya producido por el trastorno psicológico de un joven. Serguei Baránov, diácono excomulgado por la Iglesia ortodoxa y refugiado en la República Checa, dijo al diario Novie izvestia: “Dudo que la muerte de Adelgueim sea casual, no descarto que haya sido un  encargo”.

Kommersant

Los rusos quieren mano dura con los inmigrantes

Los rusos están a favor del endurecimiento de la legislación sobre inmigración, informa en su edición de hoy el diario Kommersant.

La mayoría de los rusos tiene una opinión negativa de los extranjeros que vienen a trabajar a Rusia, según una encuesta del Centro ruso para el Estudio de la Opinión Pública. Los expertos opinan que los problemas relacionados con la inmigración están diagnosticados pero no solucionados.

Las reacciones negativas ante el fenómeno de la inmigración han crecido en Rusia en los últimos años de forma considerable. Si en 2006 un 69% de los encuestados se manifestaba contra la gran cantidad de inmigrantes, ahora esa cifra ha aumentado hasta el 74%. Las opiniones favorables a la inmigración, por su parte, han disminuido desde el 21% de 2006 hasta el 14% de ahora.

Como comenta el director del Centro para el Estudio de la Opinión pública, Valery Fiódorov, la inmigración, junto con la burocracia, la corrupción, el bajo nivel de vida y los problemas de los servicios municipales básicos, forma parte de las cinco grandes preocupaciones de los rusos. “En el último año y medio observamos una tendencia hacia la formación de opiniones más conservadoras, que se expresa entre otras cosas en una tendencia a defenderse de lo ajeno, que es percibido como algo peligroso y desconocido”, opina este sociólogo.

No hay que olvidar, por otro lado, factores coyunturales que puedan estar influyendo en la opinión pública. “De hecho, los problemas relacionados con los inmigrantes están diagnosticados desde hace tiempo, pero no se les busca solución: y sucede que los inmigrantes no se integran en la sociedad rusa”. Sin embargo, en el fondo de esas opiniones no hay que buscar una explicación racional –fundamentalmente económica-, sino sentimientos colectivos básicos, comenta Fiódorov.

Y ese tipo de actitudes son reforzadas en ocasiones por los poderes públicos. Así por ejemplo, el gobernador en funciones de la región de Moscú, Andrey Vorobiov, y el representante presidencial Distrito federal central de Rusia Alexandr Beglov celebraron una reunión para discutir cuestiones relativas a la organización y funcionamiento de los mercados de venta de alimentos. En ella, el gobernador advirtió que “los mercados que existen en estos momentos son una amenaza directa a la vida cotidiana en la región de Moscú. En ocasiones no se respetan ni siquiera las normas sanitarias y en ellos ejercen actividades comerciales de diferente tipo hasta medio millón de extranjeros.

En la ciudad de Moscú los problemas con la inmigración han pasado a un primer plano después de que tuviera lugar a finales de julio una pelea multitudinaria en uno de los mercados populares de la ciudad; de hecho, las autoridades de la capital han montado un campamento con tiendas para los inmigrantes ilegales detenidos.

Los ciudadanos rusos, a juzgar por las encuestas, no están en contra de medidas más draconianas. En cualquier caso, a mediados de julio –antes del inicio de la campaña contra los inmigrantes- sólo un 11% de los encuestados se manifestaba a favor de una liberalización de las normas sobre inmigración. El resto prefería el mantenimiento de la situación actual (20%), y el endurecimiento de esas normas (53%), llegando incluso a pedir algunos la supresión de cualquier tipo de inmigración (10%).

Novie izvestia

Rusia quiere garantizar la privacidad de los datos personales

Los senadores rusos quieren preservar la privacidad de los datos de los ciudadanos del país, informa en su edición de hoy el diario Novie izvestia.
Ayer se hizo pública la noticia de la creación de un grupo de trabajo dentro del Consejo de la Federación (cámara alta del Parlamento ruso), para la monitorización del respeto a los derechos constitucionales de los ciudadanos rusos. La iniciativa va encaminada a garantizar la inviolabilidad de la vida privada y los asuntos familiares cuando se manejan datos personales.

El grupo de trabajo estará formado por tres senadores, funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Ministerio de Comunicaciones, así como responsables de la Fiscalía y de la Agencia de Telecomunicaciones rusa. El grupo de trabajo llevará a cabo una investigación parlamentaria para identificar las principales amenazas para la protección de datos, a la luz del escándalo del espionaje masivo de los servicios de inteligencia estadounidenses. En su labor en defensa de los derechos civiles, los miembros del grupo de trabajo tienen intención de recurrir a un especialista que en su opinión es muy competente: Edward Snowden.

El senador Ruslán Gattárov, que presidirá el grupo de trabajo, había comentado con anterioridad la posibilidad de la creación de una base de datos electrónica, pensada para documentar las peticiones de acceso a información personal de una persona concreta cursadas por cualquier unidad administrativa, sea ésta el Fondo de pensiones o el Ministerio del Interior. En su opinión, esto permitiría controlar efectivamente cualquier fuga de datos personales. Sin embargo, es más que dudoso que los organismos de seguridad y mantenimeinto del orden público aceptaran informar de esas peticiones, porque podrían poner en peligro su funcionamiento.

El presidente de la Comisión para el Acceso Libre a la Información, Iosif Dzialoshinsky, cree por su parte que la idea merece ser tenida en cuenta, pero que habría que pensar bien los mecanismos de su puesta en práctica. “Alguien tiene que controlar la actividad de las agencias gubernamentales, que tratan de acceder en ocasiones a información personal sin las autorizaciones pertinentes”, comenta Dzialoshinsky.

“El problema es que el Consejo de la Federación forma parte de la estructura de poder estatal, y ese control lo debería realizar una agencia interdepartamental o incluso una entidad fuera de la administración pública. Tales entidades existen en nuestro país, pero no tienen potestad para ejerecer este tipo de funciones”, dice.

“Detrás de las buenas palabras pueden esconderse las peores intenciones”, advierte Dzialoshinsky. “No creo que haya nadie en el Consejo de la Federación que esté de verdad preocupado por la protección de los derechos de los ciudadanos. Seguramente lo que se busca es obtener una posibilidad más de controlar los flujos de información, explica.

El anunciado grupo de trabajo quiere contar con la colaboración del exagente de los servicios de inteligencia estadounidenses Edward Snowden, que destapó la vigilancia masiva realizada por  EEUU. Dado que una de las condiciones para la concesión del asilo a Snowden ha sido el cese de las filtraciones en perjuicio de su país, Gattárov ha aclarado que “Snowden no va a hacer nada contra Estados Unidos; simplemente va a ayudarnos a mejorar la protección de los datos de los ciudadanos rusos”.

RIA Novosti no asume la responsabilidad por los artículos de prensa

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