La cápsula de la nave Soyuz TMA-13M descendió en un paracaídas en la localidad de Arkalik, en el norte de Kazajistán, y el aterrizaje se produjo sin contratiempos.
El aparato trasladó de regreso a la Tierra a los tripulantes de la 41ª expedición a la EEI, el ruso Maxim Suráyev (Roscosmos), el estadounidense Reid Wiseman (NASA) y el alemán Alexander Gerst (Agencia Espacial Europea).
Junto con los astronautas llegó a la Tierra una generación “extraterrestre” de moscas drosophilas que nació en el espacio en el marco de un experimento único relacionado con los efectos que causa la ausencia de gravedad en los organismos vivos.
A bordo de la estación espacial continúan los rusos Alexandr Samokutiáyev y Elena Serova junto con el estadounidense Barry Wilmore.