La alta funcionaria federal expresó el compromiso de México de atender "todas y cada una las peticiones, con base en el acuerdo de asistencia técnica que implica coadyuvar en la investigación de los hechos" ocurrido en Iguala, Guerrero, la noche del 26 septiembre y la madrugada siguiente de 2014.
La Procuradora dijo a los expertos que "ha sido receptiva en todos los planteamientos del GIEI y ha reconocido y apoyado el trabajo realizado por ese grupo de expertos".
En la reunión participaron el subprocurador de Derechos Humanos, Omar Betazos; el director de Proyectos Especiales, Jaime Chávez; y los cinco expertos del GIEI, Alejandro Valencia Villa, Ángela María Buitrago, Francisco Cox, Claudia Paz y Paz, así como Carlos Martín Beristain.
Desde marzo pasado, funcionarios de la PGR se han reunido en 46 ocasiones con el grupo interdisciplinario de expertos del organismo continental.
Los investigadores federales de la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa, de la cual se cumplirá un año el 26 de septiembre próximo, han extraviado y manipulado evidencias del caso, denunciaron a mediados de agosto pasado los expertos de la CIDH.
El grupo de investigadores independientes de la masacre saldada con seis muertos 25 heridos y 43 desaparecidos, presentó en esa ocasión un adelanto del informe final que entregará el próximo mes para denunciar que en las pesquisas de la Procuraduría "no ha sido utilizado como evidencia el hallazgo de ropa" de algunos jóvenes desaparecidos y que un video ha sido extraviado del expediente.
Los expertos fotografiaron y tomaron evidencias genéticas de la ropa el 29 y 30 de julio pasado y las enviaron a forenses argentinos que colaboran con las familias y a un laboratorio de la Universidad de Innsbruck, Austria, donde han sido analizados restos humanos; pero sólo ha sido identificado uno de los alumnos desaparecidos.
Gracias a la gestión del grupo de expertos, los familiares de los desparecidos podrán ahora revisar la ropa para comprobar si pertenecía a sus hijos: "Dicha situación (sobre la ropa encontrada) no era conocida por los familiares ni sus representantes, y tampoco existía un registro específico ni procesamiento de la misma", indica el adelanto del informe.
De acuerdo con la investigación federal, 43 de los estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa balaceados en Iguala con saldo de seis muertos y decenas de heridos, fueron entregados por policías a narcotraficantes confabulados con el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, uno de los casi cien detenidos entre policías, funcionarios y narcotraficantes.
La investigación federal establece como "verdad histórica" que los jóvenes fueron asesinados en un paraje del poblado vecino de Cocula, bajo sospecha de pertenecer a una mafia rival de los autodenominados "Guerreros Unidos", y sus restos incinerados en un basurero habrían sido lanzados a un río de donde sólo se rescataron 17 despojos humanos aún sin identificar.
Como resultado, el martes pasado México entregó al Instituto Forense de la Universidad de Innsbruck, Austria, 53 muestras con prendas y objetos para esclarecer la masacre de estudiantes.