Confesiones desclasificadas del exayudante de Hitler sobre la derrota del nazismo frente a la URSS

La embestida del Ejército Rojo a principios de 1945 permitió a las tropas angloamericanas invadir Alemania sin grandes dificultades, lo que contribuyó a la derrota final del nazismo, lo reconoció tras la guerra el exayudante de Hitler, Otto Gunsche, en una declaración al Gobierno soviético. La copia del documento fue publicada por el FSB ruso.

Gunsche, entre otros compinches de Hitler, fue detenido en mayo de 1945 por el servicio de contraespionaje militar soviético Smersh y trasladado a Moscú. Prestó varios testimonios sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en el cuartel general del comando de Hitler. El Departamento del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso de la región de Ivanovo desclasificó documentos del expediente de investigación de Gunsche.

Respuesta al Departamento de Estado

En 1948, el Departamento de Estado de EEUU publicó una colección de documentos titulada Relaciones Nazi-soviéticas, 1939-1941: Documentos de los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. En respuesta a esta publicación, en la Unión Soviética fue impresa la declaración Sovinformburo Falsificadores de la Historia (ensayo histórico) en forma de artículos en el periódico Pravda. Posteriormente, el documento fue publicado como folleto independiente.

En la declaración fueron descritas las negociaciones secretas entre estadounidenses y británicos y representantes de la Alemania nazi sobre la cuestión de concluir una paz separada en 1941-1943. Al mismo tiempo, ni el Reino Unido ni EEUU informaron a la URSS sobre los resultados de estas negociaciones.

El documento también señalaba que la Unión Soviética acudió en enero de 1945 en ayuda de los aliados angloamericanos que se encontraban en una situación difícil.

Del 16 de diciembre de 1944 al 29 de enero de 1945, las tropas alemanas se encontraban a la ofensiva en el frente occidental en el marco de la operación Batalla de las Ardenas. Su objetivo era derrotar a las fuerzas aliadas en Bélgica y los Países Bajos y, si era posible, tratar de inducir a EEUU y Reino Unido a separar las negociaciones sobre la paz y el cese de hostilidades en el oeste para liberar fuerzas para el Frente oriental.

El grupo alemán ya en el primer día de combates logró romper el frente americano-británico en un sitio en 80 kilómetros y capturar 30.000 soldados y oficiales. Hitler esperaba durante la ofensiva en las Ardenas organizar un segundo Dunkerque para las tropas americano-británicas.

El primer ministro británico, Winston Churchill, envió un mensaje al líder soviético, Iósif Stalin, el 6 de enero de 1945, solicitando, en parte: "Se están librando combates muy intensos en el oeste y el Alto Mando puede tener que tomar grandes decisiones en cualquier momento. Si puede, hágame saber si podemos contar con una gran ofensiva rusa en el frente del Vístula o en cualquier otro lugar durante enero".

Al día siguiente Stalin envió un mensaje de respuesta a Churchill informándole: "Nos estamos preparando para una ofensiva, pero ahora el tiempo no es favorable a nuestra ofensiva. Sin embargo, dada la situación de nuestros aliados en el frente occidental, el Alto Mando decidió acelerar el ritmo para completar los preparativos y, sin tener en cuenta el tiempo, abrir una amplia ofensiva contra los alemanes en todo el frente central a más tardar en la segunda mitad de enero. Pueden estar seguros de que haremos todo lo posible para ayudar a nuestras gloriosas tropas aliadas".

El 12 de enero de 1945, 8 días antes de lo previsto, las unidades del Ejército Rojo iniciaron la operación ofensiva estratégica del Vístula-Oder, lanzando una amplia ofensiva a lo largo de todo el frente soviético-alemán.

Confesiones del exayudante de Hitler

En relación con la publicación en Pravda el 22 de abril de 1948, Gunsche preparó una declaración al Gobierno soviético, en la que describía detalladamente los acontecimientos que tuvieron lugar en el cuartel general de Hitler durante la preparación y realización de la ofensiva en las Ardenas.

Según Gunsche, a principios de diciembre de 1944, en vísperas de la operación en las Ardenas, en una reunión en el cuartel general de Bad Nauheim, Hitler "subrayó la especial importancia de la ofensiva, indicando que su éxito sería igual al de Dunkerque, donde en 1940 los ejércitos alemanes dieron un golpe aplastante a los británicos".

Gunsche señaló que "el éxito final de las fuerzas alemanas en el occidente se vio obstaculizado por la tremenda ofensiva emprendida por el mando ruso en todo el frente desde el mar Báltico hasta los Cárpatos".

"Esto condujo al cese de la ofensiva alemana contra los angloamericanos en el oeste y a la transferencia de grandes formaciones de tropas alemanas al frente germano-ruso. La embestida rusa desde el este fue la causa del cese de la ofensiva alemana en el oeste, expuso en gran medida el Frente Occidental y dio a las tropas angloamericanas la oportunidad de invadir Alemania sin mucha dificultad", según el exayudante de Hitler.

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