El Procurador General de México, Jesús Murillo, pidió tiempo para ofrecer resultados de los nuevos hallazgos de cuerpos en un basurero de Cocula, municipio vecino de Iguala, Guerrero, donde 43 estudiantes están desaparecidos desde hace un mes.
"Son resultados que requieren peritajes que tienen que hacerse en laboratorios muy especializados y se tardan", dijo el Procurador (fiscal federal), sin ofrecer ningún detalle, en conferencia de prensa realizada la tarde del martes en el puerto turístico de Acapulco, en las costas de Guerrero en el Pacífico.
En una conferencia para informar de una reunión del Gabinete de Seguridad federal con el nuevo gobernador del estado de Guerrero, Rogelio Ortega, Murillo dijo: "Prefiero la tardanza ligada a la verdad, que el apresuramiento ligado a la adivinación, la imaginación o a la inventiva".
La reunión fue ordenada por el presidente Enrique Peña, quien el martes llamó —en un encuentro empresarial— a un esfuerzo compartido entre Gobierno y sociedad, para "trabajar en coordinación y plena corresponsabilidad para que la justicia, la legalidad y el respeto a los derechos humanos sean prácticas efectivas en todo el país".
La reunión del Gabinete de Seguridad analizó la situación de seguridad en Guerrero para diseñar la estrategia y los pasos a seguir en los próximos meses para "recuperar la tranquilidad" de los ciudadanos.
En tema de los ataques contra estudiantes de una escuela rural de maestros en Iguala, hace poco más de un mes, que dejaron seis muertos, 20 heridos y decenas de secuestrados, los altos funcionarios "destacaron que la prioridad es localizar a los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural" de Ayotizonapa, indicó un comunicado sobre el encuentro, sin detalles de nuevos hallazgos.
El secretario de Gobernación (Interior), Ángel Osorio, dijo que la instrucción del presidente Peña "es investigar a fondo, utilizando todos los recursos técnicos y humanos con los que cuenta el Estado Mexicano, para localizar a los estudiantes, así como encontrar a todos los autores materiales e intelectuales y aplicarles todo el rigor de la ley".
El nuevo hallazgo de restos humanos cerca de la ciudad de Iguala (200 km al suroeste) fue confirmado el martes por la Procuraduría General de la República (PGR): "Los forenses trabajan en unas fosas con cuerpos en el municipio de Cocula", un municipio vecino de Iguala, dijo a Nóvosti un portavoz de la PGR.
Los nuevos restos fueron encontrados en un basurero municipal localizado en un cerro de Cocula, vecino de Iguala (200 km al suroeste), donde colaboran expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quienes trabajan en el análisis de cuerpos hallados a pedido de los familiares, agrego el funcionario de la PGR, quien pidió reserva de su nombre mientras transcurra el rescate de los restos.
Los cuerpos, cuya cantidad se ignora todavía, se suman a 30 cadáveres enterrados en una docena de fosas, según las autoridades —60 fosas de acuerdo con organismos humanitarios— hallados hasta la fecha, aún sin conexión con las desapariciones, mientras se esperan los dictámenes forenses en 15 días más.
La investigación oficial está basada en la detención de 56 acusados, y las confesiones indican que la policía de Iguala, por orden del alcalde prófugo José Luis Abarca, entregó a los secuestrados a policías de Cocula y narcotraficantes, que desaparecieron a los jóvenes hasta la fecha.
El procurador general de México, Jesús Murillo, anunció el lunes que se detuvo a cuatro nuevos acusados policiales y narcotraficantes.
Son "las primeras detenciones de quienes han confesado haber participado en la desapariciones y destino" de los secuestrados, lo que eleva a 56 la cantidad de arrestos, dijo Murillo, pero no mencionó el hallazgo de cuerpos.
