El presidente de Rusia, Vladímir Putin, trasmitió hoy a su homólogo filipino, Benigno Aquino, las condolencias por la muerte de casi 150 personas a causa del terremoto que sacudió el país asiático.
“Reciba mi más sentido pésame por las numerosas víctimas mortales y graves destrucciones causadas por el devastador seísmo en la parte central del archipiélago”, dice el mensaje del líder ruso que cita el Kremlin.
Según el balance actualizado, la cifra de fallecidos asciende ya a 142 personas, mientras que otras 22 siguen en paradero desconocido. La peor parte del desastre se la llevó la isla de Bohol, con 127 muertos confirmados hasta ahora.
Otras de las zonas más afectadas es la isla de Cebú que alberga la segunda ciudad más poblada del país, el segundo aeropuerto y el puerto marítimo con más tráfico de Filipinas. Las dos provincias, Bohol y Cebú, con una población total de 3,5 millones de personas, decretaron el estado de emergencia.
El seísmo de ayer, de 7,2 grados de magnitud, ha sido el más potente de los últimos 23 años. El temblor inicial, con epicentro a dos kilómetros al sur de Carmen, en la isla de Bohol, y a 33 kilómetros de profundidad, fue seguido por más de 800 réplicas registradas durante 24 horas. Dos de estas sacudidas producidas esta mañana tuvieron una magnitud de 5,1 grados.
Mientras tanto, los expertos advierten de que habrá nuevas réplicas durante los próximos días, aunque ninguna de ellas alcance la fuerza del primer temblor.
