Aunque la atención mediática y muchas miradas se centran este fin de semana en Brasil y los resultados de su reñida segunda vuelta electoral, el vecino Uruguay también convoca a sus ciudadanos para decidir su nuevo mandatario.
No lo tiene tan fácil el gobernante Frente Amplio (FA) y su candidato, Tabaré Vázquez, al enfrentarse a los opositores Luis Lacalle Pou del Partido Nacional (PN) y Pedro Bordaberry del Partido Colorado (PC). Además de las tres colectividades mayoritarias, también están en campaña los llamados partidos menores: el Partido Independiente, Unidad Popular, Partido Ecologista Radical Intransigente y Partido de los Trabajadores.
Lo cierto es que las encuestas prevén una posible segunda vuelta tras la jornada del domingo 26, en la que más de dos millones 600 mil uruguayos decidirán si el FA mantiene el poder o hay un retorno al pasado, cuando el PC y el PN se repartían los recursos de la pequeña nación suramericana.
En números redondos, el FA supera el 42% de intención de voto en todos los sondeos, seguido del PN, con un 32% y el PC, con 15. Pero estas cifras no le dan al Frente Amplio el 50% necesario para ganar en esta primera vuelta, por lo sería necesario volver a las urnas el venidero 30 de noviembre
En ese futuro escenario se enfrentarían, probablemente, el expresidente Tabaré Vázquez (2005-2010), por el FA, y Luis Lacalle Pou, del PN, quien tendría que procurar apoyos del PC y otras fuerzas.
De una parte, Vázquez representa el proyecto de país de los últimos diez años bajo el mando del FA, en los que a su gobierno le sucedió el actual de José Mujica, cuya gestión cuenta con una aprobación de un 58%, según un sondeo de septiembre. Pero en un contexto de una carrera electoral apretada, no existe claridad acerca de qué es lo que finalmente sucederá este domingo en las urnas, y aún está por verse si esta alza en la percepción pública de la figura de Mujica y de su desempeño se traducirá en un aumento en la intención de voto del oficialismo.
“El dilema planteado en este proceso electoral, es continuar avanzando en la construcción de un país cada día mejor o ensayar un camino de incoherencias e incertidumbres que marcarán un retroceso. No somos perfectos, pero somos coherentes; no somos infalibles, pero somos responsables; no prometemos lo imposible pero en la tarea de gobernar comprometemos un rumbo cierto”, afirmó recientemente Vázquez.
La mayoría de las propuestas electorales están centradas en mejoras en materia de seguridad, calidad educativa y control de la inflación, según resaltó hace unos días el politólogo Ignacio Zuasnabar, director de la encuestadora Equipos Mori. Zuasnabar comentó al diario argentino La Nación que si bien durante los gobiernos del FA fueron satisfechas “importantes demandas ciudadanas de principios de siglo (XX), como el combate a la pobreza”, y hubo un sólido crecimiento económico –avances resaltados en todo momento por Vázquez–, “como contracara de ese proceso surgieron nuevas demandas públicas” a las cuales el oficialismo “no ha construido relatos satisfactorios”.
Según el politólogo, el candidato del PN, Lacalle Pou “reconoce los logros pasados” y plantea “mejorar” lo que no se hizo bien, actitud que “ha logrado seducir a segmentos del electorado disconformes y emparejar la elección”.
“Esta es la contienda electoral más reñida desde que el FA está en el gobierno. Por lo tanto, es muy incierta”, afirmó esta semana Claudio Paolillo, analista político y director del semanario uruguayo Búsqueda.
En Uruguay, el sufragio es obligatorio, por lo que los electores concurrirán el domingo a casi siete mil circuitos electorales en todo el país, aunque más de un millón de ellos lo hará en Montevideo.
Ese día los charrúas, además de presidente y vicepresidente, escogerán también a 30 senadores y 99 diputados de los 19 departamentos del país. Paralelamente a los comicios del domingo, los uruguayos pueden participar en un plebiscito para reformar la Constitución y bajar de 18 a 16 años la edad de imputabilidad penal para menores que cometan delitos graves.
De cualquier manera, lo que ocurra el domingo en Uruguay no solo concierne a los tres millones 300 mil ciudadanos de este país, sino que junto con los resultados brasileños, ayudará a inclinar la balanza que defina el futuro de América Latina.
Natasha Vázquez, periodista y realizadora audiovisual cubana. Graduada del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO). Ha trabajado para medios de prensa de Cuba, España y otros países. Autora de varios documentales, todos multipremiados. Su trabajo ha recibido decenas de reconocimientos, entre ellos, el Premio Internacional de Periodismo “Rey de España”.
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